Transportes:
- Ryanair. Precio: 772€ (154,4€/p). 3 maletas facturadas.
- Coche alquiler: Sixt. 545€ (109€/p)
Personajes: 5
Total dinero gastado (Transporte incluido): 589,05€ por persona.
Nuevo verano por delante. Esta vez y tras una tarde-noche de deliberaciones y vueltas a Internet, el destino elegido era Noruega y más concretamente la zona de los fiordos. El plan el mismo de todos los años, viaje en avión y una vez allí coche y kilómetros de por medio.
A la hora de elegir la compañía aérea y teniendo en cuenta que volábamos desde Madrid, los precios de Ryanair no tienen competencia. Para que saliera lo más barato posible cogimos el vuelo de viernes a viernes y en cuanto al equipaje 3 maletas de de 15 kg facturadas. Las cuentas que teníamos en la cabeza eran de media maleta por cabeza y la otra media restante con toda la comida que pudiésemos llevar, pues Noruega es bastante cara.
Alimentos selectos para el viaje |
En cuanto al coche de alquiler, la elegida en este caso fue Sixt. Allí encontramos un Ford Mondeo familiar por 545€.
Con el tema del alojamiento, tras rebuscar por internet sólo teníamos claro una cosa. Con los precios que veíamos, lo mas rentable era ir de cabaña o bungalow en los numerosos campings que habíamos visto. Aquí hay que señalar que para ir a estas cabañas, es necesario llevar ropa de cama, ya que lo normal es que la cabaña solo disponga de almohada y nórdico siendo al menos necesario llevar una sábana o pagar el alquiler correspondiente. Nosotros, como no, optamos por llevar la sabana desde aquí.
Paso final, el itinerario. Al ir solamente una semana teníamos que elegir bien los sitios a donde ir, pues las distancias son muy grandes y tampoco queríamos dejarnos una pasta en ferrys. El fámoso Púlpito (Preikestolen) se cayó rápidamente de nuestra ruta, por estar bastante alejado. Lo mismo pasó con algunas ciudades como Bergen. Tras consultar y tras algunas recomendaciones de amigos y familiares la plan ganador fue este:
16/08/2013: Llegada a Oslo (Rygge). Noche en Oslo. Alojamiento Anker Apartament. Habitación para 5 por 136€ (27,2€ p/n).
17/08/2013: Traslado Oslo - Gudvangen. Alojamiento en Camping Gudvangen. Cabaña para 6 personas por 283.52€ (28,35€ p/n).
18/08/2013: Tren de Flam a Myrdal y bajar andando. Ir en coche por la carretera de las nieves.
19/08/2013: Traslado Gudvangen - Briksdalsbre. Alojamiento en Camping Melkevoll Bretun. Cabaña de 3 dormitorios por 263€ (26,3€ p/n).
20/08/2013: Ruta pateo por el glaciar Briksdal.
21/08/2013: Traslado Briksdalsbre - Eidsdal. Alojamiento en Camping Solvang. Una cabaña para 2 y otra para 3 por 80,81€ (16,16€ p/n).
22/08/2013: Traslado Eidsdal - Oslo. Alojamiento en Anker Apartament. Habitación para 5 por 136€ (27,2€p/n).
23/08/2013: Vuelta a la cruda realidad.
Mapa
Ver Fiordos noruegos en un mapa más grande
La moneda oficial en Noruega es la corona. Nosotros pagamos todo utilizando tarjeta de crédito y no tuvimos necesidad de cambiar en ningún momento.
Y ahora a ver como se nos dio:
Viernes (16/08/2013)
Salimos del aeropuerto de Barajas con algo de retraso. El vuelo que tenía que salir a las 19:00, terminó saliendo a las 19:30, llegando a Rygge a las 23:20, 20 minutos más tarde de lo previsto.
A la hora de coger el coche, sin problemas. El modelo era un Mondeo station wagon, así que las maletas entran bien y aún nos sobra un poco de sitio. Para ir a nuestro apartamento que está situado a las afueras de Oslo y a unos 71 km del aeropuerto, cogimos la autopista, donde nos empiezan a caer los primeros peajes "automáticos" (te informan del precio que te van a cobrar antes y te leen la matrícula del coche al pasar sin tener que parar) y límite de velocidad a 100 km/h.
Llegamos a nuestro alojamiento sobre las 12:05. El sitio perfecto. Casi nuevo y con todo lo necesario. Dejamos los bártulos en la habitación y nos fuimos a dar una vuelta. Al pasar de nuevo por el recibidor nos fijamos en que hay una barra, con un pequeño minibar. Pedimos unas cervezas y nos dicen que es demasiado tarde... mal empezamos.
Nos dimos una vuelta a la manzana y sin otra cosa que hacer nos fuimos a dormir.
Sábado (17/08/2013)
Despertador a las 10:00 de la mañana. Primer objetivo en el día, ir al supermercado y comprar algo de papeo para desayunos y algunas cosillas mas. Después de mirar en foros por internet sacamos en claro que de las cadenas de supermercados que hay en Noruega las más baratas son Rema 1000 y Kiwi. Con el GPS, buscamos el más cercano que resulto ser un Kiwi que estaba a unos pocos metros.
En cuanto a los precios, todo lo que habíamos visto confirmado. Precios bastante más caros y los del alcohol en particular casi rayando la indecencia.
Para la próxima, con las maletas hasta arriba, lo mejor es comprar el alcohol en el duty free del aeropuerto a la llegada a Noruega.
Una cosilla a destacar, es que en la mayoría de los productos te una fianza (pant) por el envase. Luego en todos los súper tienen unas maquinas para devolver estos envases y canjearlos por un ticket para gastarlo en el mismo supermercado. Reciclaje al poder.
Con la compra hecha, ponemos rumbo a Gudvangen. Unos 450 km por delante repartidos en varias etapas. Una vez fuera de Oslo nos dimos cuenta de 2 cosas. Lo pesado que se hace conducir a las velocidades noruegas, por norma general 60 y 80 km/h y con algún radar que otro y los pedazos de lagos que se gastan por esas tierras. En uno de estos lagos, el lago Kroderen, decidimos parar para estirar un poco las piernas.
Lago Kroderen |
Nuestro siguiente destino era la localidad de Gol. Allí queríamos ver la réplica de su iglesia de madera (la original está en Oslo), pero no tuvimos suerte. Después de seguir las indicaciones y dar algunas vueltas creemos que la iglesia ahora se encuentra dentro de una especie de parque, al que para entrar era necesario pagar. Las puertas del parque estaban cerradas y tampoco había nadie a quien preguntar, así que viendo que eran alrededor de las 15:00 de la tarde optamos por volver al centro del pueblo y comer en unos de sus parques.
Próximo destino, la cascada de Vøringfossen. Tras dejar Gol, la carretera empeora un poco convirtiéndose en una carretera de montaña con un paisaje muy bonito.
Paisaje de montaña |
Dejamos atrás Geilo y seguimos dirección Vøringfossen. La cascada es la más famosa de Noruega y la verdad es que se trata de un chorro de agua bastante considerable. Para verla hay un parking bastante amplio y luego 2 miradores que permiten verla en todo su esplendor. Lugar bonito sin lugar a dudas.
Cascada de Vøringfossen |
Nos quedaban aún más de 100 km para llegar a Gudvangen y eran las 18:00 así que continuamos ruta hasta llegar al fiordo de Eid (Eidfjord), primer fiordo que íbamos a ver sin tener en cuenta el de Oslo, que lo vimos de pasada al salir con el coche. Allí pensábamos coger el ferry Brimnes-Bruravik.
A la hora de tomar el ferry empezaron las risas. Al llegar al embarcadero, este estaba cerrado. No vemos ningún cartel ni ningún aviso. El coche de delante nuestra parece que está en nuestra misma situación. Después de pensar que hacer seguimos hacia delante y nos fijamos en que están construyendo un puente. Antes de llegar a él, un cartel donde indica que se inauguraba en agosto. La zona está en obras por lo que deducimos que aún no está abierto y seguimos hacia delante.
Vemos por el GPS que nos estamos alejando demasiado y alguien en el coche afirma que ha visto pasar coche por el puente, así que nos damos media vuelta y decidimos volver hacia el embarcadero a ver si podemos preguntar a alguien.
Allí nos encontramos con un hombre que está repostando y nos indica que ya no hay ferrys y que efectivamente hay que pasar por el puente. Por el camino seguimos viendo coches que parecen que están en nuestra misma situación, porque no paran de dar vueltas por la zona. Volvemos a bajar por la carretera buscando el acceso al puente. No vemos nada aparte de obras. Paramos es un área de servicio y allí nos indican que el acceso está un poco mas adelante.
Continuamos hasta un túnel y allí, en una rotonda, por fin vemos una indicación hacia Bergen. Tomamos esa salida y después de un rulo por el interior de la montaña, desembocamos en el puente. Han sido 20 minutos de dar vueltas que se podían haber solucionado con un cartel en el embarcadero... en fin.
Una vez pasado el puente, carretera 13 hasta Gudvangen. Por el camino parada no planeada para ver la cascada de Tvindefossen situada a orillas de la carretera y bastante bonita por cierto.
Cascada de Tvindefossen |
Continuamos ruta y por el camino en una rotonda, un cartel amarillo muy inquietante, escrito en perfecto noruego, donde distinguimos las palabras Gudvangen y Flam. En una gasolinera que hay al lado preguntamos a un hombre y tras unos instantes de pánico en los que entendemos que por ese camino es imposible llegar a Gudvangen, lo que de verdad pasa es que el túnel entre Gudvangen y Flam está cerrado, pero a Gudvangen se puede llegar.
Finalmente sobre las 21:00 estábamos llegando al camping, situado un poco antes de Gudvangen.
Preguntamos en recepción por el túnel y nos confirman que la única manera de llegar a Flam es por ferry dejándose la pasta correspondiente. Se nos cae el plan para el día siguiente, adiós al tren de Flam, a la carretera de las nieves (Snoveinen) y a Laerdal.
La comentamos el plan que tenemos para el día siguiente y tras afirmar que “para ver lo mejor de Noruega no hace falta pagar” nos recomienda una rutilla a pie de unas 2 horas ida y 2 horas vuelta que tiene una de las mejores vistas sobre el fiordo. Mucho más animados damos las gracias y nos vamos para la cabaña.
Situado en un valle y rodeado de cascadas la vista desde la cabaña resulta impresionante. Esta última, dispone de varios radiadores, por lo que, aunque está fría al principio rápidamente se calienta. La ducha perfecta, las camas cómodas. 100% recomendable vamos.
Camping Gudvangen |
Después de cenar de la comida que llevábamos, salimos a tomar un poco el fresco sorpresa... lluvia. Esperando que fuera algo pasajero nos fuimos a sobar. Al día siguiente tocaba pateo.
Domingo (18/08/2013)
Nos levantamos y sigue lloviendo. Día frío para ser verano, plomizo y con las nubes bajas. Bajón total. Sin embargo, y después del agua que nos comimos el año pasado en Chamonix, vamos preparados. Toca sacar ponchos y chubasqueros de la maleta. Viendo como hace, decidimos no llevar comida y comer a la vuelta aunque sea un poco tarde.
En cuanto a la ruta en si, lo que sacamos en claro es que consiste en una subida de unas 2 horas, con casi 800 m de desnivel, que se llama Rimstigen o que va al mirador de Rimstigen.
El Naeroyfjord, es un fiordo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y al ser uno de los más estrechos, se supone que es de los más bonitos, por lo que tenemos ganas de empezar a andar.
Para llegar al punto de inicio, yendo en coche desde nuestro camping y dirección Bakka, dejamos el fiordo siempre a mano derecha hasta que casi no pudimos avanzar más con el coche. En un momento determinado hay a la izquierda unas señales y un mapa y a la derecha un pequeño apartadero para dejar el coche.
De camino a Bakka |
Desde el comienzo, la subida se hizo algo dura. La pista unas veces de piedra y otras de barro, con la lluvia, casi se convierte en un pequeño riachuelo. Cada 100 m de subida, hay un cartel indicando la altura y las vistas en cada asomada y, cuando las nubes nos dejan, son bonitas.
Punto de inicio de la ruta |
Vistas según vamos ascendiendo |
Tramo de escaleras |
Casi a la hora y media de estar subiendo nos encontramos con un pedazo de cascada, a la que vale la pena asomarse (con cuidado), desviándote un pelín de la pista. 5 minutos mas tarde otra vista muy maja del fiordo.
Vista del Naeroyfjord |
A las 14:15 y tras 1 hora y tres cuartos estábamos en el punto indicado como Rimstigen. Descansamos un rato, firmamos en el libro que hay metido en una especie de buzón y viendo que hay un cartel que indica que la ruta sigue seguimos andando.
Rimstigen |
En esta parte, ya el fiordo se pierde de vista y al no contar con la protección de la montaña el aire sopla más. Nos abrigamos mejor y seguimos andando hasta que nos topamos con una chorrera que atraviesa nuestro camino. Han pasado otros 20 minutos y viendo que nuestros pies están más que mojados y que tampoco tenemos muy claro donde nos dirigimos, decidimos parar y dar media vuelta.
Hasta aquí llegamos |
Para la vuelta la lluvia nos da alguna tregua, alternando ratos de lluvia con otros que no, pero la bajada se hace mas dura, los resbalones son frecuentas y alguna que otra caída graciosa (no para el que se cae) se ve.
A la vuelta el tiempo mejora |
A las 16:15 estábamos llegando al punto de inicio, bastante machacados.
Antes de volver al camping hicimos una parada en Gudvangen, para sacar unas fotos desde el punto donde salían los ferrys.
Después de comer, que a esas horas fue merienda más bien, y de estar un buen rato tirados, nos movimos hacia otro punto que nos habían recomendado en la recepción del camping. Yendo de Gudvangen a Stalheim, se encuentran 2 cascadas. La Stalheimsfossen, a la que para llegar había que andar 1 km por un cómodo camino y la Sivlefossen, desde la que se tienen buenas vistas subiendo por la Stalheimskleiva, una especie de camino/carretera de montaña por el que fuimos un tramo a pie. Sobre las 21:30, cuando la luz empezaba a decaer y la lluvia se hizo más persistente nos volvimos hacia el camping.
Stalheimsfossen |
Sivlefossen |
Para el día siguiente y tras reunión del “comité de sabios”, quedamos en no hacer el ferry Gudvangen-Kaupanger que teníamos previsto, ya que con el pateo habíamos tenido suficiente fiordo y de paso nos ahorrábamos unos buenos euretes. De esta manera cruzaríamos el Sognefjorden cogiendo el ferry Vangsnes-Dragsvik, mucho más barato y desde Dragsvik tomando la 13 llegaríamos al camping de Melkevoll Bretun.
Lunes(19/08/2013)
Sobre las 12:00 estábamos listos para dejar el camping. Antes de salir una última consulta en recepción sobre la ruta a seguir, ya que a la hora de tomar el ferry teníamos la duda de ir hasta Dragsvik o hasta Hella. En recepción nos recomendaron la primera, para de esta manera poder acercarnos hasta Balestrand, que nos describieron como bonito.
Por delante, más de 300 km hasta Briksdalsbre, lugar donde estaba
el camping Melkevoll Bretun. Llegamos hasta Vangsnes y allí tomamos el ferry
hasta Dragsvik. Para cogerlo sin problemas. Llegamos con el coche, nos pusimos
en la fila y allí directamente se paga a un empleado que se va acercando a los
coches. Al principio entendimos que había 2 ferrys, uno destino Dragsvik y otro
destino Hella, sin embargo, era el mismo, que paraba primero en Hella (allí tuvimos
que bajar con el coche y volverlo a embarcar) y luego continuaba a Dragsvik.
Sobre las 15:00 estábamos en Balestrand, que aunque feo no
es tampoco nos pareció una maravilla. En cualquier caso, aprovechamos para
comer en el puerto en unos bancos que había.
Balestrand |
Continuamos camino por la carretera 13. Después supimos que
realmente se trataba de la Gaularfijellet. Carretera turística nacional de
unos 130 Km.,
por la que se atraviesa un paisaje de
montaña muy bonito. Discurre junto al rió Gaular y se pueden ver varias cascadas
y lagos. La verdad es que pasamos con el coche rápido y ante la
ausencia de apartaderos tampoco pudimos parar para disfrutar de ella como se
merece.
Vallestadfossen |
Pasada la cascada de Vallestadfossen cogimos la carretera E39
para continuar camino hacia el norte, dirección Olden.
Por el camino más lagos hasta enlazar con la carretera 60 que bordea el fiordo de Innvik hasta llegar a Olden. Desde allí quedan unos 21 km por la 724, carretera mucho más estrecha y con unas impresionantes vistas del glaciar Briksdalsbreen sobre el lago Oldevatnet.
Después de hacer alguna parada para hacer fotos, sobre las 20:00 llegábamos al camping Melkevoll Bretun. Del camping podemos decir ya no solo que es uno de los campings más bonitos en los que hayamos estado, sino que es uno de los lugares más bonitos que hemos visto. Se encuentra a los pies del Briksdalsbreen, con el glaciar Briksdal a la izquierda y una impresionante cascada, a la derecha, que retumba pero sin llegar a molestar. Realmente bonito el sitio.
En cuanto a la cabaña, pues acorde con el entorno. Salón espacioso con chimenea, cocina, 3 dormitorios, barbacoa... vamos, como unos reyes. Descargamos las cosas y justo después el tiempo empeoró con más lluvia y con algo de viento. Al día siguiente teníamos pateo y parecía que el tiempo no nos quería dar tregua.
Por el camino más lagos hasta enlazar con la carretera 60 que bordea el fiordo de Innvik hasta llegar a Olden. Desde allí quedan unos 21 km por la 724, carretera mucho más estrecha y con unas impresionantes vistas del glaciar Briksdalsbreen sobre el lago Oldevatnet.
Briksdalsbreen |
Después de hacer alguna parada para hacer fotos, sobre las 20:00 llegábamos al camping Melkevoll Bretun. Del camping podemos decir ya no solo que es uno de los campings más bonitos en los que hayamos estado, sino que es uno de los lugares más bonitos que hemos visto. Se encuentra a los pies del Briksdalsbreen, con el glaciar Briksdal a la izquierda y una impresionante cascada, a la derecha, que retumba pero sin llegar a molestar. Realmente bonito el sitio.
Nuestra cabaña |
En cuanto a la cabaña, pues acorde con el entorno. Salón espacioso con chimenea, cocina, 3 dormitorios, barbacoa... vamos, como unos reyes. Descargamos las cosas y justo después el tiempo empeoró con más lluvia y con algo de viento. Al día siguiente teníamos pateo y parecía que el tiempo no nos quería dar tregua.
Martes (20/08/2013)
Otro día gris pasado por agua. El tiempo nos empieza a tener hasta los mismísimos. Nos armamos de ropa para el agua y fuimos hacia la recepción del camping. Era el día de ascender al Briksdalsbreen. En recepción nos dicen que la ruta comienza justo al lado del camping, así que sin necesidad de coger el coche nos ponemos manos a la obra.
El Briksdalsbreen es un brazo del glaciar Jostedalsbreen, que con 487 km² se trata del glaciar más extenso de Europa continental. Para llegar al glaciar es necesario recorrer unos 3 km por un camino muy fácil.
Punto de partida |
Cascada durante el camino |
El Briksdalsbreen al fondo |
Está muy masificado y también se puede hacer la mayor parte de él utilizando lo que allí llaman un coche-troll. En 1 hora más o menos estábamos en el glaciar y aunque si que merece la pena, la cantidad de gente y los “benditos” coches pasando constantemente le quitan algo de encanto al tema.
El Briksdalsbreen |
Detalle del glaciar |
Sobre la 13:00 estábamos de vuelta en el camping con ganas de ver más glaciar. Sabíamos que encima de nosotros estaba un pedazo de glaciar y queríamos saber si había alguna manera de verlo y no conformarnos solamente con ver uno de sus brazos. Preguntando en recepción de nuevo, no nos dan muchas opciones y nos dicen eso si, que a 1 kilómetro y medio mas o menos se encuentra el acceso a una ruta para ver otra rama del glaciar, el Brenndalsbreen. Viendo que tenemos plan para la tarde, nos fuimos a reponer fuerzas a nuestra cabaña.
El hombre de recepción nos había dicho que la ruta era un pelín más larga que la del glaciar Briksdal, así que entre sobremesa y estar un rato tirados cuando nos quisimos poner a andar eran las 18:00. Al inicio e la ruta, un cartel nos indica que hay unas 2 horas hasta el glaciar. Lo de “un poco más larga” vemos que se ha quedado bastante corto. Preocupados por si se nos hace de noche, quedamos en andar hasta las 20:00 como mucho y en ese caso dar media vuelta.
Punto de salida |
El camino, al principio es una subida muy pronunciada a través de un pinar. Cuando a los tres cuartos de hora nos empezábamos a preguntar donde estaba el glaciar, en una asomada por fin lo vimos al fondo.
Vista del valle desde la asomada |
Vista del Brenndaslbreen |
Seguimos andando, pensando que lo de las 2 horas es una exageración pero la verdad es que en la parte final la ruta se complica.
Primero la senda se convierte ya en un camino estrecho y en la parte final se mete a través de vegetación, con bastante piedra suelta, pareciendo que mas que un camino lo que estamos siguiendo es el curso seco de un riachuelo.
Cada vez mas cerca |
Cuando salimos de esta vegetación, la ultima sorpresa. Para llegar al glaciar hay unas escaleras construidas en madera que permiten subir por las rocas en las que hay un aviso advirtiendo de que pasar por ahí es responsabilidad tuya.
Escaleras para subir |
Tras rápida reunión del comité de sabios y desoyendo los lloros y lamentos de un integrante que optaba por dar media vuelta, decidimos continuar un poco mas. Eran las 19:32, teníamos media hora hasta la hora que nos habíamos puesto como límite.
Ascendimos por varias escaleras. La ruta esta marcada por hitos de piedra por lo que no tiene pérdida. La verdad es que los carteles acojonaban un poco pero teniendo un poco de cabeza y precaución en las zonas donde la piedra está más pelada no tuvimos ningún problema.
En esta parte hay que ir con cuidado |
Seguimos acercándonos |
A las 19:55 llegamos a una pasarela, también de madera construida sobre el agua que baja del glaciar. En ese punto, viendo que el otro lado tiene peor pinta y que cualquier resbalón nos podía llevar al torrente, decidimos poner punto final a la ruta.
De la pasarela no pasamos |
A las 21:30 estábamos de vuelta en el coche. Pateo muy guapo, que con el toque aventurero al final nos dejó un gran sabor de boca. En todo el trayecto no nos cruzamos con nadie, y ya sólo con no oler a la gasolina de los coches-troll merece la pena.
Miércoles (21/08/2013)
Día gris y lluvioso. Vaya novedad... Empezamos a creer que hemos ofendido a Odín, Thor o a cualquier otro dios del panteón vikingo porque el mal tiempo que nos estamos comiendo creemos que no es normal.
Ese día nos despedíamos de Merkevoll Bretun, camping que recordaremos sin duda y continuábamos ruta más hacia el norte teniendo como destino final el camping Solvang situado en Eidsdal. Por el camino, el ferry Hallesyt-Geigeranger a través del fiordo de Geiranger, el Geirangerfjorden, considerado como el fiordo más bonito de Noruega.
El ferry nos costó 75,45€ con descuento familiar y dura 1 hora más o menos. El Geirangerfjorden es un fiordo estrecho y corto y pasar por el viendo las cascadas que tiene la verdad es que mola. Estando en cubierta, salió el sol durante 5 minutillos, suficientes para que se escuchara la palabra “milagro” en varios idiomas.
El Geirangerfjorden |
Cascada Velo de la novia |
Las 7 hermanas |
Una vez en Geigeranger continuamos por el coche por la carreta del águila, la Ørnevegen, hacia el camping, ya que después de hablar por teléfono con los del camping nos comentaron que cuanto antes llegásemos mejor.
Según se termina la subida desde Geigeranger, está el mirador de Ørnesvingen, con unas vistas muy bonitas del fiordo con las 7 hermanas al fondo.
Panorámica desde Ørnesvingen |
Desde el mirador, ya seguimos por la carretera hasta el camping, al que llegamos sobre las 17:30. El camping, con diferencia el más barato a 15,50€ la noche por persona, no estaba mal del todo. La única pega es que las camas no tenían nórdico pero la verdad es que con la calefacción de la cabaña no pasamos frío.
Camping Solvang |
Una vez dejadas las cosas, nos pusimos de nuevo en movimiento. Nos tocaba volver por donde habíamos venido para llegar hasta el mirador de Dalsnibba. Deseando que las nubes nos dejaran disfrutar de unos de los miradores más bonitos de Noruega, nos topamos con un peaje en plena subida al monte. Aquí, no sabemos si estaba abierto o cerrado pero pese a tener instrucciones en inglés sobre cómo pagar con tarjeta nos resultó imposible. Pasamos 4 tarjetas unas 10 veces, leyendo y releyendo las instrucciones una y otra vez. Estuvimos un rato esperando a ver si pasaba algún coche, pero nada de nada. Fracaso absoluto. Cabreados, nos dimos media vuelta y fuimos hacia el camping.
Jueves (22/08/2013)
Día de vuelta a Oslo y por fin parece que se levanta medio decente y con algo de sol. La idea es coger el ferry Eidsdal-Linge para llegar a la carretera del troll, la Trollstigen y desde allí bajar hasta Oslo. En total casi 500 km, una buena paliza teniendo en cuenta las velocidades noruegas.
Del ferry Eidsdal-Linge, poco que señalar, salvo que con sol todo se ve de otra manera. Nos costó 21,4€.
Una vez en Linge, ya sin parar hasta la Trollstigen. Esta carretera es la parte de la carretera 63 que conecta Åndalsnes con Valldal y es una carretera de montaña que con sus once curvas de 180º es considerada como una de las más difíciles del mundo. El mirador está bastante bien, pero la carretera en sí tampoco tiene mucho que ver. Algún autobús lo pasa mal en las curvas al ser muy cerradas pero con el coche sin ningún problema.
Trollstigen |
La siguiente parada fue frente a la Trollveggen, la pared de la montaña vertical más alta de Europa con 1 km entre su base y la cima.
Dejando la Trollveggen pusimos rumbo a Oslo, para hacer noche en los apartamentos Anker los mismos de la primera noche, donde llegamos sin novedad y hartos de coche sobre 20:30.
Después de cenar y quemar un poco la wifi del apartamento (que después de una semana se echaba en falta) nos fuimos a dar una vuelta nocturna por el centro de Oslo. Al salir sorpresa. Multa al canto. Papelito en el coche con una parrafada indescifrable en noruego. 63€ al cambio.
Volvemos al hotel para pedir que nos traduzcan en recepción. Sin llegar a tenerlo claro y después de dar mil vueltas a la multa creemos que nos han multado por dejar el coche a menos de 5 metros de un paso de cebra. Cágate lorito con las normas de circulación noruegas. Por la calle vemos que no hay ningún aviso, pero fijándonos en los coches aparcados vemos que, aunque si que están separados, la mayoría no cumple con los 5 metros. Creemos que nos hemos ganado la multa por ser el coche alquilado básicamente.
Nos dimos una vuelta por el centro, pasando por la catedral y el puerto, poco que destacar de la ciudad, y nos tomamos unas pintas, al cambio por 6 €, en el Rock In, bareto recomendable por cierto. A las 04:00 estábamos de vuelta en el apartamento.
Viernes (23/08/2013)
Como dice la canción de Medina Azahara “todo tiene su fin” y nuestro viaje se terminaba también. El avión salía a las 15:15. Antes de dejar Oslo nos acercamos a ver la iglesia original de madera traída desde Gol. La iglesia se encuentra en el barrio de Bygdøy y al intentar acercarnos vimos que se encontraba dentro del Museo del Pueblo Noruego y que había que pagar para entrar, cosa que no hicimos.
Comiendo de camino al aeropuerto y llegando a este sobre la 13:00, dejamos el coche de alquiler, preguntando antes como pagar la multa y sin tener tiempo para más, y con el bajón acostumbrado, cruzamos la puerta de embarque.
Conclusiones
Los fiordos tampoco nos han impresionado tanto como creíamos. Al leer cosas como "...los fiordos de Noruega han sido calificados el mejor destino del mundo por National Geographic Traveler..." igual nos habíamos creado unas expectativas demasiado altas, pero el caso es que, aunque impresionantes, no nos dejaron con la boca abierta.
El tiempo no nos ayudó tampoco a disfrutar de ellos, pero con todo y con eso, ninguno de los que fuimos los definiríamos como lo mejor que hemos visto en nuestra vida.
En cuanto al tema de salir, se echa de menos un bar al final del día donde tomarte una cerveza. Quitando en las grandes ciudades nada de nada. Casi no hay núcleos de población siendo la mayor parte casas o granjas aisladas donde no se hace vida en común.
De noruego aprendimos tres palabras: "fjord" fiordo, "breen" glaciar y "fossen" cascada, otra cosa es cómo se pronuncien.
Las dudas más grandes que teníamos antes de viajar:
1. Noruega es cara. Pues sí. Cara es y si hablamos de alcohol más. Con la comida que llevamos desde España fuimos casi servidos, pero vamos se puede comprar pasta y cosas así sin tampoco arruinarte. En cuanto al alojamiento, las cabañas son la mejor opción. Al ser 5 personas y poder dividir peajes y carburante, el coste final del viaje ha sido una triunfada.
2. Ropa en verano. No sabemos si hemos tenido mala suerte con el tiempo o es el normal en Noruega. Partiendo de eso, la ropa para el agua imprescindible. A parte, en la zona de los glaciares tuvimos temperaturas de 12º, así que un buen forro viene bien. En los ferrys, cuando se ponen en movimiento también se agradece ropa de abrigo.
Y después de este rollaco la parte buena. Noruega es espectacular. La parte de los glaciares con el camping de Merkevoll Bretun nos moló mazo. Si lo que se quiere es naturaleza a raudales y no te importa meterte una buena paliza en tus vacaciones, es uno de los destinos a tener cuenta. 100% recomendable.
Con el tiempo lo apreciaréis más. A mí, cada vez que veo las fotos me parece más bonito y lo echo más de menos.
ResponderEliminarPara mí, esa naturaleza en todo su esplendor y colores es impresionante.
Quizás os faltó buen tiempo.
En mi opinión destino para volver.
Con lo de apreciar seguro, segun aterrizas en barajas ya lo echas de menos...
EliminarDe todas maneras, con la etiqueta de mejor destino del mundo, creo que se han pasado un poco. Ahora a ver si terminamos de hacer cuentas para saber por cuanto nos ha salido.
Un saludete!
Buena entrada primo. Lo comentado me viene muy bien. Espero tener un poco d mejor tiempo q vosotros
ResponderEliminarQue el buen tiempo te acompañe! Ya te cuentas a la vuelta.
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