lunes, 10 de junio de 2013

Fin de semana en Melilla

Fecha: 08/06/2013 – 09/06/2013
Transporte: Iberia. Precio: 76,65€
Personajes:4
Alojamiento: Residencia Juvenil de Estudiantes y Deportistas. Precio: 81,6 € (20,4€ p/n)


Mapa


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Sábado
Viendo que este año, los precios de los vuelos parecen estar por las nubes decidimos comprar este vuelo a Melilla, saliendo el sábado por la mañana y volviendo el domingo por la tarde.

Llegamos en hora a Melilla sobre las 11:45. En aeropuerto cogimos un taxi, que por algo mas de 5€ nos dejó en el albergue. Las habitaciones, 2 dobles, bastante bien. Más de lo que necesitábamos para una noche.

Nuestra primera idea era dar una vuelta por Melilla y luego tirar para alguna playa a darnos un buen chapuzón. Sin embargo, el tiempo, haciendo honor al año tan raro que llevamos, no acompañaba. Sol sí, pero con un viento que en ciertos momentos era bastante fresco. Increíble para las fechas en las que estamos.

Cambio de planes, y ponemos rumbo hacia la parte vieja de Melilla. También conocida como la ciudadela, se trata de un recinto fortificado que data del siglo XV, y que para nosotros es lo mejor (junto con las tapas) de la ciudad.

Para llegar hasta la ciudadela, pasamos por las playas de Los Cárabos y San Lorenzo, el puerto y finalmente estábamos a los pies de las murallas. Allí y con el paseo ya nos entró un poco de sed así que nos tomamos la primera en el bar "Los polillas" (Avda. Gral. Macías, s/n) incrustado en la misma muralla. Las tapas bien, sin ser abundantes viene una incluida con cada consumición, con lo que con 6 cervezas (2€ el tubo) puedes estar comido.

Playa de San Lorenzo

Melilla la Vieja

A los pies de las murallas

Cañón de las murallas

Plaza de los Aljibes

Dentro de Melilla la Vieja

Después nos metimos intramuros y la verdad es que esta parte de la ciudad es bonita. Nos dimos un buen pateo y llegando la hora de la comida, decidimos tirar hacia otro de los bares de tapas típico de la ciudad. “La Cervecería” situado en Gral. O'Donnell, 23. Este bar estaba bastante más petado de gente. Aquí cayeron, unas cuantas, con tapas que incluían cus-cus, croquetas, pisto y unas cuantas tostas que estaban realmente buenas.

Después de esto nos fuimos a dar un pateo por el centro de la ciudad. A parte de Melilla la vieja, otro de los atractivos de la ciudad son sus edificios modernistas. Melilla es considerada, después de Barcelona como la segunda ciudad modernista de España.

Ayuntamiento de Melilla

La verdad, es que se veía algún edificio bastante bonito, cercano a la plaza de España, pero para unos ignorantes como nosotros en estos temas, rápido perdieron interés y en cuanto pasamos 2 veces por la misma calle, dimos por sentado que ya habíamos visto todo lo que teníamos que ver.

Plaza de España

Otro de los fallos en el plan, fue que pensábamos hacer unas cuantas compras aprovechando que no se aplica el 21% de IVA (sí un 4% de IPSI) sin embargo estaba todo cerrado. El sábado por la mañana encontramos alguna tienda abierta pero por la tarde ni un misero estanco. Fracaso en este sentido.

Hartos de dar vueltas, y conociéndonos las cuatro calles del centro de memoria nos acercamos a la plaza de las culturas, donde está situado el centro de información turística para que nos recomendaran algo que hacer en lo que quedaba de tarde.

Allí nos recomendaron hacer una visita guiada gratuita por Las cuevas del Conventico situadas al lado de la iglesia de la Concepción dentro de la ciudadela. Cuando llegamos estaban cerradas, así que matamos el tiempo tomándonos un digestivo en un kiosco que hay dentro de la ciudadela y en el que se estaba bastante a gusto. Precio del cubatilla unos 5€.

Sobre la 18:00, nos acercamos a las cuevas y esta vez estaban abiertas. En la visita, que dura menos de una hora, entre video y video te explican un poco de la historia de las cuevas. Sin ser una maravilla y contando con que la visita es gratuita si que merece la pena acercarse a conocerlas.

Arco parabólico

Calas de Melilla la Vieja

Playa de los Galápagos

Volvimos a bajar a la plaza de las culturas, para disfrutar en una de sus terrazas,  de los últimos rayos del sol del día. Cerveza va, cerveza viene hasta que el sol se metió, empezó a hacer rasca y tiramos hacia el albergue en busca de abrigo.

Una vez pertrechados para la noche, nos dimos cuenta de que en el albergue ofrecían cena por 6€. Sin pensarlo mucho, decidimos cenar allí y así ahorrarnos unos euriles. Una sopa casera, unas hamburguesas con patatas y un yogur más que aceptables. Un café y vuelta para el centro y más en concreto hacia la zona del puerto deportivo, donde nos habían dicho que estaba la marcha.

Nos tomamos una en "El pedal de oro" y otra en un irlandés. Esperábamos que la zona estuviera más animada, pero sobre la 01:00 tampoco vimos que eso mejorase y la calidad y sobre todo el volumen de la música hizo que nos fuéramos de allí a buscar otros sitios.

En la zona de la ciudadela empezamos a escuchar música que parecía en directo y así fue como descubrimos el "Club scorpio". Concierto, y gente (alguna bastante pasada de rosca eso sí) pero buen sitio en resumidas cuentas. Cuando nos quisimos dar cuenta eran las 04:00. Teníamos un “largo” camino de vuelta al albergue y la seguridad de que no nos íbamos a levantar para el desayuno.


Domingo
Despertador a las 11:30 ya que había que dejar la habitación a las 12:00. El avión salía a las 17:45, así que teníamos por delante horas mas que de sobra.

Teníamos pensado acercarnos a los bares de la avenida Castelar, donde nos habían dicho que también las tapas eran buenas, pero entre el “desayuno” y que nos acercamos otra vez para la ciudadela se nos hizo tarde.

Nos tomamos una en el "Club scorpio" y terminamos comiendo una parrillada de pescado en "Los polillas". 48€ entre los 4 con chupito incluido. Mejor que bien. Un buen sitio.

Cherigan. Tapa estrella.

Con el tiempo justo, buscamos una parada de taxis y nos fuimos hacia el aeropuerto.


Conclusiones
Melilla se nos quedó algo corta incluso para un día. Buen sitio si estás de paso o coges una mega oferta en el vuelo. Si hubiéramos tenido playa igual la sensación hubiera sido otra, pero la realidad es que pasamos por las mismas calles unas 20 veces.

Puntos a destacar eso si, Melilla la Vieja, las tapas y la amabilidad de la gente. Lo último, sobre todo, de 10.

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