Fecha: 04/04/2009 – 07/04/2009
Transporte: Coche propio
Volvíamos a juntar
unos días para semana santa y esta vez le tocaba el turno a unos de los
rincones más visitados del país. El Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido.
Saldríamos el sábado y volveríamos el martes, con lo que tendríamos 2 días
completos para hacer alguna ruta.
La casa rural la
habíamos cogido en Torla, ya que esta villa se encuentra en la entrada al Parque Nacional.
Mapa
Ver Ordesa y Bujaruelo en un mapa más grande
Sábado
Después de un viaje
de casi 5 horas (466 km) llegamos a Torla. Nos enseñaron la casa, que en este
caso se trataba más bien de un apartamento con 2 literas y baño, nos fuimos a
dar una vuelta por el pueblo y a ver si de paso preguntábamos en el centro de
interpretación por las posibles rutas a hacer.
El pueblo bastante
bonito, con los tejados de pizarra y bastante inclinados para hacer frente a la
nieve, estaba bastante tranquilo. Nos esperábamos, que al ser Semana Santa hubiera
mucha más gente, pero por lo que se veía, el gran “desembarco” se esperaba a
partir del miércoles/jueves.
Torla |
Fuimos primero al Centro de Interpretación, que está en las afueras de Torla, pero estaba cerrado. Había un cartel indicando que lo habrían a partir del Miércoles y que para cualquier duda era necesario dirigirse a la oficina de información del pueblo.
En esta oficina, nos recomendaron hacer la ruta de la cola
de caballo un día, y otro dejarlo para dar una vuelta por los pueblos,
desaconsejando el resto de rutas por la cantidad de nieve y hielo existente.
Esto trastocaba nuestros planes ya que habíamos visto fotos de
varias rutas y algunas como la de las Clavijas de Cotatuero, nos apetecía mucho
hacerla. Un poco dasanimaos, tiramos para un bar para cenar y darle una pensada a todo.
Domingo
Ruta Pradera de Ordesa – Cola de Caballo.
Es la ruta mas famosa del parque. Se trata de una ruta
sencilla de unos 15 km
en total ida y vuelta, tras los pasos del río Arazas, por un sendero sin pérdida, tanto por la
señalización como por la cantidad de gente que circula por él.
Para llegar en coche a la pradera sin problemas ya que desde Torla estamos al lado y esta bien indicado. Dejamos el coche en el aparcamiento sobre las
11:20. Hay que tomar el camino que discurre por la derecha del río Arazas, que
sale cerca de la caseta de los guardas.
A unos 10 minutos, se llega a una imagen de la Virgen del Pilar. Aquí hay
que coger el camino de la derecha. Desde aquí, el camino empieza a ganar altura
poco a poco y el río Arazas forma varias cascadas existiendo miradores para
poder acercarse a ellas.
Cascada |
Sobre las 13:10 llegamos a unos de los puntos más bonitos de la ruta. Las Gradas de Soaso. Se trata de una sucesión de pequeñas cascadas, que bien merecen una parada para disfrutar de ellas.
Gradas de Soaso |
Aquí nos encontramos con una zona en la que el camino tenía
bastante nieve y hubo algún que otro resbalón, pero sin mayores complicaciones.
Una vez pasada esta parte nos fuimos adentrando en el valle glacial, hasta alcanzar
al fin de este, la cola de caballo. Eran las 14:15.
Valle glacial |
Cola de caballo |
Comimos y estuvimos un rato tirados hasta que emprendimos la ruta de vuelta por el mismo camino.
Por la tarde y de vuelta en Torla, era el momento de pensar
que hacíamos al día siguiente. Con esas montañas que teníamos al lado, a
ninguno nos apetecía meternos a visitar pueblos y después de algunas pensadas
surgió el nombre de “Bujaruelo” que habíamos visto en una indicación, de camino
a la pradera. Sin tener internet, y visto lo que nos habían dicho en información,
decidimos que al día siguiente iríamos siguiendo la pista de tierra donde habíamos
visto la indicación de Bujaruelo y que parecía que se dirigía hacia las
montañas.
Lunes
Después de un rato, por fin llegamos a una explanada de hierba, donde encontramos un refugio y un estupendo puente de piedra. Allí, y ya con información, supimos que estábamos en el valle de Bujaruelo, junto al refugio de su mismo nombre y el puente era el puente de San Nicolás de Bujaruelo.
Después de comer, regresamos por donde habíamos subido y nos fuimos a tomar una merecida cerveza al albergue. Allí nos dimos cuenta, de que había bastante más gente que cuando habíamos llegado. Se ve, que habían ido regresando a lo largo del día y, crampones y piolets, destacaban por todo los lados.
Como aun teníamos día por delante, fuimos a conocer Aínsa, que dista de Torla unos 45 km. Es un pueblo bastante bonito, cuyo casco histórico ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Tiene castillo, y la plaza toda empedrada es bastante bonita.
Nos dimos una vuelta por sus calles, nos tomamos algo y ya de noche regresamos a Torla.
Martes
Una vez de vuelta en el coche, carretera y manta hasta Madrid sin más novedades.
Desayunamos y cogimos el coche para descubrir lo que escondía
Bujaruelo. Saliendo de Torla dirección Ordesa, cogimos el desvío a la izquierda
donde estaba la indicación.
Se trataba de una pista sin asfaltar donde al principio nos
sorprendieron varias chorreras de agua que caían al río desde las paredes.
Chorrera |
Después de un rato, por fin llegamos a una explanada de hierba, donde encontramos un refugio y un estupendo puente de piedra. Allí, y ya con información, supimos que estábamos en el valle de Bujaruelo, junto al refugio de su mismo nombre y el puente era el puente de San Nicolás de Bujaruelo.
Puente de San Nicolás de Bujaruelo |
Desde allí partían varias rutas, por lo que sin pensárnoslo
mucho cogimos la mochila, y empezamos a hacer la ruta de la Vignemale que empezaba por
un camino nada mas cruzar el puente.
Se trataba de una subida sin piedad, con estupendas vistas
del valle primero y de las montañas después. Estuvimos subiendo alrededor de
unas 2 horas, hasta que a las 14:00 decidimos parar para comer. El paisaje
impresionante, más chorreras y cimas nevadas, donde agudizando la vista podíamos
ver a la gente que estaba en ruta dejando sus huellas marcadas.
Vistas subiendo |
Después de comer, regresamos por donde habíamos subido y nos fuimos a tomar una merecida cerveza al albergue. Allí nos dimos cuenta, de que había bastante más gente que cuando habíamos llegado. Se ve, que habían ido regresando a lo largo del día y, crampones y piolets, destacaban por todo los lados.
Hasta aqui llegamos |
Como aun teníamos día por delante, fuimos a conocer Aínsa, que dista de Torla unos 45 km. Es un pueblo bastante bonito, cuyo casco histórico ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Tiene castillo, y la plaza toda empedrada es bastante bonita.
Nos dimos una vuelta por sus calles, nos tomamos algo y ya de noche regresamos a Torla.
Martes
El día de la vuelta. Nos despertamos con la noticia de que había
nevado bastante, así que decidimos darnos prisa para no tener problemas con la
nieve. Nos pasamos antes por el vecino pueblo de Broto, para ver la cascada del
Sorrosal, que llevaba bastante agua.
Cascada del Sorrosal |
Una vez de vuelta en el coche, carretera y manta hasta Madrid sin más novedades.
Conclusiones
Ordesa nos moló bastante. Pese a los
problemas que tuvimos con la nieve, al no poder realizar otras rutas por no
tener el equipo necesario, tenemos un gran recuerdo. La ruta de la Cola de Caballo, no por típica deja de ser bonita y el Valle de Bujaruelo, pues... que de
la nada, surgió algo que nos gustó tanto o más que el Valle de Ordesa.
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