domingo, 12 de abril de 2009

Ordesa y Bujaruelo

Fecha: 04/04/2009 – 07/04/2009
Transporte: Coche propio
Personajes: 4
Alojamiento:
Casa Cajal. Precio: 120 € (10€ p/n)




Volvíamos a juntar unos días para semana santa y esta vez le tocaba el turno a unos de los rincones más visitados del país. El Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido. Saldríamos el sábado y volveríamos el martes, con lo que tendríamos 2 días completos para hacer alguna ruta.

La casa rural la habíamos cogido en Torla, ya que esta villa se encuentra en la entrada al Parque Nacional.



Mapa


Ver Ordesa y Bujaruelo en un mapa más grande


Sábado

Después de un viaje de casi 5 horas (466 km) llegamos a Torla. Nos enseñaron la casa, que en este caso se trataba más bien de un apartamento con 2 literas y baño, nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo y a ver si de paso preguntábamos en el centro de interpretación por las posibles rutas a hacer.

El pueblo bastante bonito, con los tejados de pizarra y bastante inclinados para hacer frente a la nieve, estaba bastante tranquilo. Nos esperábamos, que al ser Semana Santa hubiera mucha más gente, pero por lo que se veía, el gran “desembarco” se esperaba a partir del miércoles/jueves.

Torla

Fuimos primero al Centro de Interpretación, que está en las afueras de Torla, pero estaba cerrado. Había un cartel indicando que lo habrían a partir del Miércoles y que para cualquier duda era necesario dirigirse a la oficina de información del pueblo.

En esta oficina, nos recomendaron hacer la ruta de la cola de caballo un día, y otro dejarlo para dar una vuelta por los pueblos, desaconsejando el resto de rutas por la cantidad de nieve y hielo existente.  
Esto trastocaba nuestros planes ya que habíamos visto fotos de varias rutas y algunas como la de las Clavijas de Cotatuero, nos apetecía mucho hacerla. Un poco dasanimaos, tiramos para un bar para cenar y  darle una pensada a todo.


Domingo


Ruta Pradera de Ordesa – Cola de Caballo.

Es la ruta mas famosa del parque. Se trata de una ruta sencilla de unos 15 km en total ida y vuelta, tras los pasos del río Arazas,  por un sendero sin pérdida, tanto por la señalización como por la cantidad de gente que circula por él.

Para llegar en coche a la pradera sin problemas ya que desde Torla estamos al lado y esta bien indicado. Dejamos el coche en el aparcamiento sobre las 11:20. Hay que tomar el camino que discurre por la derecha del río Arazas, que sale cerca de la caseta de los guardas.

A unos 10 minutos, se llega a una imagen de la Virgen del Pilar. Aquí hay que coger el camino de la derecha. Desde aquí, el camino empieza a ganar altura poco a poco y el río Arazas forma varias cascadas existiendo miradores para poder acercarse a ellas.

Cascada

Sobre las 13:10 llegamos a unos de los puntos más bonitos de la ruta. Las Gradas de Soaso. Se trata de una sucesión de pequeñas cascadas, que bien merecen una parada para disfrutar de ellas.

Gradas de Soaso

Aquí nos encontramos con una zona en la que el camino tenía bastante nieve y hubo algún que otro resbalón, pero sin mayores complicaciones.

Valle glacial

Una vez pasada esta parte nos fuimos adentrando en el valle glacial, hasta alcanzar al fin de este, la cola de caballo. Eran las 14:15.

Cola de caballo

Comimos y estuvimos un rato tirados hasta que emprendimos la ruta de vuelta por el mismo camino.

Por la tarde y de vuelta en Torla, era el momento de pensar que hacíamos al día siguiente. Con esas montañas que teníamos al lado, a ninguno nos apetecía meternos a visitar pueblos y después de algunas pensadas surgió el nombre de “Bujaruelo” que habíamos visto en una indicación, de camino a la pradera. Sin tener internet, y visto lo que nos habían dicho en información, decidimos que al día siguiente iríamos siguiendo la pista de tierra donde habíamos visto la indicación de Bujaruelo y que parecía que se dirigía hacia las montañas.


Lunes

Desayunamos y cogimos el coche para descubrir lo que escondía Bujaruelo. Saliendo de Torla dirección Ordesa, cogimos el desvío a la izquierda donde estaba la indicación.

Se trataba de una pista sin asfaltar donde al principio nos sorprendieron varias chorreras de agua que caían al río desde las paredes.

Chorrera

Después de un rato, por fin llegamos a una explanada de hierba, donde encontramos un refugio y un estupendo puente de piedra. Allí, y ya con información, supimos que estábamos en el valle de Bujaruelo, junto al refugio de su mismo nombre y el puente era el puente de San Nicolás de Bujaruelo.

Puente de San Nicolás de Bujaruelo

Desde allí partían varias rutas, por lo que sin pensárnoslo mucho cogimos la mochila, y empezamos a hacer la ruta de la Vignemale que empezaba por un camino nada mas cruzar el puente.

Se trataba de una subida sin piedad, con estupendas vistas del valle primero y de las montañas después. Estuvimos subiendo alrededor de unas 2 horas, hasta que a las 14:00 decidimos parar para comer. El paisaje impresionante, más chorreras y cimas nevadas, donde agudizando la vista podíamos ver a la gente que estaba en ruta dejando sus huellas marcadas.

Vistas subiendo

Después de comer, regresamos por donde habíamos subido y nos fuimos a tomar una merecida cerveza al albergue. Allí nos dimos cuenta, de que había bastante más gente que cuando habíamos llegado. Se ve, que habían ido regresando a lo largo del día y, crampones y piolets, destacaban por todo los lados.

Hasta aqui llegamos

Como aun teníamos día por delante, fuimos a conocer Aínsa, que dista de Torla unos 45 km. Es un pueblo bastante bonito, cuyo casco histórico ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Tiene castillo, y la plaza toda empedrada es bastante bonita.

Aínsa

Nos dimos una vuelta por sus calles, nos tomamos algo y ya de noche regresamos a Torla.


Martes


El día de la vuelta. Nos despertamos con la noticia de que había nevado bastante, así que decidimos darnos prisa para no tener problemas con la nieve. Nos pasamos antes por el vecino pueblo de Broto, para ver la cascada del Sorrosal, que llevaba bastante agua.

Cascada del Sorrosal

Una vez de vuelta en el coche, carretera y manta hasta Madrid sin más novedades.


Conclusiones 
Ordesa nos moló bastante. Pese a los problemas que tuvimos con la nieve, al no poder realizar otras rutas por no tener el equipo necesario, tenemos un gran recuerdo. La ruta de la Cola de Caballo, no por típica deja de ser bonita y el Valle de Bujaruelo, pues... que de la nada, surgió algo que nos gustó tanto o más que el Valle de Ordesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario