Fecha: 08/04/2011 – 10/04/2011
Personajes: 5
Mapa
Ver Menorca en un mapa más grande
Viernes
Después de salir el vuelo con bastantes retraso llegamos a Menorca sobre las 22:30 de la noche. Una vez allí, no quedaba mas que recoger el coche, en este caso un Seat León, en la oficina del mismo aeropuerto e ir hacia nuestro hotel.
Después de dar unas cuentas vueltas, por fin dimos con los apartamentos. Se trataba de una zona residencial, en la que prácticamente estábamos nosotros solos. Los apartamentos, eran 2, uno al lado del otro, y estaban bastante bien. Limpios y lo suficiente amplios para estar a gusto.
Cenamos unos bocadillos que llevamos desde casa, hablamos sobre lo que hacer al día siguiente, nos dimos un paseo y nos fuimos a sobar.
Sábado
Despertador temprano y a empezar con la ruta. Hacía buen tiempo y nuestra intención era disfrutar del mayor número de calas posible.
Nuestro primer destino, por recomendación de la persona que llevaba la recepción de los apartamentos fue la parte norte de la isla y más en concreto Cala Pregonda.
Tardamos unos 40 minutos en llegar. La cala está a unos 10 km, pero pasamos antes por un supermercado para comprar el papeo del día. Dejamos el coche en el aparcamiento y nos tocó andar un ratejo. De camino, pasamos también por la Playa Binimel-la, donde nos hicimos las fotos de rigor, pero no nos convenció debido a que estaba bastante llena de algas y desechos del mar.
Un poco más adelante llegamos por fin a Cala Pregonda. Una gozada la verdad. Aguas cristalinas, arena roja y prácticamente para nosotros solos. Sin pensarlo dos veces, plantamos el campamento y nos tiramos de cabeza al agua.
Después de dar buena cuenta de los ricos "manjares" que habíamos comprado, nos pusimos en movimiento, dirección a Ferreries, para preguntar sobre alguna cala más. Allí nos recomendaron Cala Galdana, Cala Macarella, Cala Macarelleta y Cala Turqueta, todas ellas en el sur.
Cala Galdana, es un pedazo de playa, que no por grande deja de ser bonita. Sin embargo las que más nos gustarón fueron las otras tres.
Cala Turqueta. Los 40 minutillos que tardamos en coche merecieron la pena. Espectacular. Teníamos pensado darnos el penúltimo (nunca el último) baño aquí, pero viendo que aún quedaban horas de luz preferimos ir hacia Cala Macarella.
Impresionantes también. Macarrella estaba llena de algas, ignoramos si es así por no estar aún en plena temporada, pero aún así una gozada. A Cala Macarelleta se llega andando, en unos 15 minutos desde la Macarella y cuando la vimos desde el camino (que va bordeando un risco) nos quedamos impresionados. Espectacular.
Eran ya las 8 de la tarde, así que dándonos por satisfechos, pusimos rumbo a Ciutadella, para cenar y saber lo que se cocía allí por la noche.
Para la cena, nos metimos un buen homenaje en el Café Balear. Mejillones, ensalada y tabla de quesos para compartir. De plato principal sepia, espaguetis, entrecot, escalopines, pargo, postres y cafés por 160€. A reventar.
Después nos dirigimos a la zona de marcha, donde encontramos un garito rockero con música en directo, al final del puerto y empotrado en una roca, pero ninguno nos acordamos del nombre. Una lástima.
Bastante derrotados, sobre las 03:00 dimos por finalizada la noche y tiramos hacia nuestros apartamentos.
Domingo
El avión despegaba a las 16:30. Entre que nos levantamos tarde y que había que estar antes para devolver el coche, únicamente nos dio tiempo para darnos una vuelta por Es Mercadal, para ver su faro y hacer unas compritas.
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Viernes
Después de salir el vuelo con bastantes retraso llegamos a Menorca sobre las 22:30 de la noche. Una vez allí, no quedaba mas que recoger el coche, en este caso un Seat León, en la oficina del mismo aeropuerto e ir hacia nuestro hotel.
Después de dar unas cuentas vueltas, por fin dimos con los apartamentos. Se trataba de una zona residencial, en la que prácticamente estábamos nosotros solos. Los apartamentos, eran 2, uno al lado del otro, y estaban bastante bien. Limpios y lo suficiente amplios para estar a gusto.
Cenamos unos bocadillos que llevamos desde casa, hablamos sobre lo que hacer al día siguiente, nos dimos un paseo y nos fuimos a sobar.
Sábado
Despertador temprano y a empezar con la ruta. Hacía buen tiempo y nuestra intención era disfrutar del mayor número de calas posible.
Apartamentos Carema Aldea Playa |
Nuestro primer destino, por recomendación de la persona que llevaba la recepción de los apartamentos fue la parte norte de la isla y más en concreto Cala Pregonda.
Tardamos unos 40 minutos en llegar. La cala está a unos 10 km, pero pasamos antes por un supermercado para comprar el papeo del día. Dejamos el coche en el aparcamiento y nos tocó andar un ratejo. De camino, pasamos también por la Playa Binimel-la, donde nos hicimos las fotos de rigor, pero no nos convenció debido a que estaba bastante llena de algas y desechos del mar.
Playa Binimel-la |
Un poco más adelante llegamos por fin a Cala Pregonda. Una gozada la verdad. Aguas cristalinas, arena roja y prácticamente para nosotros solos. Sin pensarlo dos veces, plantamos el campamento y nos tiramos de cabeza al agua.
Cala Pregonda |
Después de dar buena cuenta de los ricos "manjares" que habíamos comprado, nos pusimos en movimiento, dirección a Ferreries, para preguntar sobre alguna cala más. Allí nos recomendaron Cala Galdana, Cala Macarella, Cala Macarelleta y Cala Turqueta, todas ellas en el sur.
Cala Galdana, es un pedazo de playa, que no por grande deja de ser bonita. Sin embargo las que más nos gustarón fueron las otras tres.
Cala Galdana |
Cala Turqueta. Los 40 minutillos que tardamos en coche merecieron la pena. Espectacular. Teníamos pensado darnos el penúltimo (nunca el último) baño aquí, pero viendo que aún quedaban horas de luz preferimos ir hacia Cala Macarella.
Cala Turqueta |
Impresionantes también. Macarrella estaba llena de algas, ignoramos si es así por no estar aún en plena temporada, pero aún así una gozada. A Cala Macarelleta se llega andando, en unos 15 minutos desde la Macarella y cuando la vimos desde el camino (que va bordeando un risco) nos quedamos impresionados. Espectacular.
Cala Macarella |
Cala Macarelleta |
Eran ya las 8 de la tarde, así que dándonos por satisfechos, pusimos rumbo a Ciutadella, para cenar y saber lo que se cocía allí por la noche.
Para la cena, nos metimos un buen homenaje en el Café Balear. Mejillones, ensalada y tabla de quesos para compartir. De plato principal sepia, espaguetis, entrecot, escalopines, pargo, postres y cafés por 160€. A reventar.
Después nos dirigimos a la zona de marcha, donde encontramos un garito rockero con música en directo, al final del puerto y empotrado en una roca, pero ninguno nos acordamos del nombre. Una lástima.
Bastante derrotados, sobre las 03:00 dimos por finalizada la noche y tiramos hacia nuestros apartamentos.
Domingo
El avión despegaba a las 16:30. Entre que nos levantamos tarde y que había que estar antes para devolver el coche, únicamente nos dio tiempo para darnos una vuelta por Es Mercadal, para ver su faro y hacer unas compritas.
Conclusiones
Menorca es un estupendo destino para gastarte unos pocos días. La isla al ser pequeña, se recorre muy rápidamente en coche. Y las calas... qué decir, incluso con los montones de algas que había en alguna, nos impresionaron, espectaculares.
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