Transporte: Coche propio.
Personajes: 5
Alojamiento:
Del 31 al 3: Casa rural Concha Martínez. 375€ (25€ p/n)
Del 3 al 5: Casa rural El Susurro. 230€. (23€ p/n)
Ante la cercanía de la Semana Santa nos empezamos a plantear otro viaje. El Bierzo lo teníamos desde hace tiempo en mente, pero por una causa o por otra al final siempre nos decidíamos por otros destinos. Esta vez aprovechando que juntábamos 6 días decidimos no dejar pasar la oportunidad de ir a conocer esa zona.
Informándonos en internet, llegamos a la conclusión de que al disponer de tantos días podíamos hacer una ruta en la que abarcáramos más territorio, por lo que después de rastrear durante unos días también metimos en nuestros planes la zona de la Ribera Sacra.
De esta manera nuestro viaje, se dividía en 2 partes, la primera con base de operaciones en Ferreira de Pantón (Lugo) y la segunda con alojamiento en Villanueva de Valdueza (León).
Mapa
Ver Ribera Sacra y El Bierzo en un mapa más grande
Sábado (31/03/2012)
Trayecto hasta Ferreira de Pantón, donde teníamos nuestra primera casa rural. Quedamos a las 8:00, para estar en carretera lo antes posible, y así aprovechar, que ya que pasábamos cerca de Sanabria, comer por esa zona y darnos una vuelta por su lago.
Después de unos 350 km, llegamos a las 10:30 a Puebla de Sanabria. Una vez en la villa, aparcamos el coche y nos dimos un paseo por su casco histórico. La verdad es que nos gustó bastante.
Después de un rato decidimos ir a los alrededores del lago. Nos metimos en el coche y seguimos las indicaciones (está muy bien indicado) hasta llegar al centro de interpretación.
Allí, nos informaron de las rutas cortas que podíamos hacer y nos decidimos por hacer la de la Laguna de las Yeguas. Se trata de una ruta super sencilla, de menos de 2 horas, en plan paseo, de unos 12 km ida y vuelta. El punto de salida está a unos 5 km pasado el pueblo de San Martin de Castañeda, en el parking de la Laguna de los Peces. La carretera para llegar a esta primera laguna va ascendiendo y se tienen unas estupendas vistas de todo el Lago de Sanabria.
Del pateo en sí, poco que contar. El paisaje típico de alta montaña y las lagunas tampoco son una maravilla (ni feas tampoco, que conste). Una vez hecho el pateo y con bastante hambre, decidimos parar en alguno de los miradores que habíamos dejado atrás, y darle a los bocatas. Ya con el estómago lleno, decidimos seguir ruta hasta nuestro destino.
Sobre las 18:00, llegamos a Ferreira de Pantón. Allí nos esperaba la dueña de la casa, donde con su coche nos guió hasta la casa rural y de paso nos comentó que en esas fechas se celebraba la feria del vino de Amandi, pueblo perteneciente al ayuntamiento de Sober. La casa estaba bastante perdida, eso sí, estaba genial. Calentita, baño por habitación, salón amplio con chimenea y barbacoa fuera.
Después de dejar los bártulos, nos acercarnos a la feria del vino a ver que se cocía y lo que se cocía era... ¡pulpo!. Pues sí, vinito de la tierra (perteneciente a la denominación de origen Ribera Sacra), queso de tetilla y pulpo son el nombre y apellidos de esta feria. Por internet, habíamos visto que había paseos en barco por el río y, como nos quedaba al lado, entre copa y copa quedamos en acercarnos al día siguiente.
Domingo (01/04/2012)
Empezábamos el día con un pelín de resaca y con el paseo en barco. Llamamos a la compañía de turismo que oferta estos paseos y nos confirmaron que por 15€ nos daban un paseo, con explicaciones incluidas, de 1h 30m de duración. Cogimos el coche y según llegamos al embarcadero de Os Chancis, ya nos empezamos a dar cuenta de la belleza de este lugar.
Ante nosotros se abría el cañón del Sil. Justo en ese punto hace una especie de meandro donde la foto era imprescindible.
Paredes bastante verticales y altas (nos comentaron que en esa zona están las gargantas más profundas de todo el norte español) y viñas "colgando" de ellas. Durante el paseo en barco, nos explicaron que algunos de estos viñedos estaban situados en desniveles de mas del 80% y que la única manera de acceder a ellos era con barcas. Te das cuenta del mérito que tiene, producir un vino en esas condiciones.
Una vez terminado el paseo, nos volvimos a la feria del vino, para comer y tomar algún vinito, el cual, visto como se cultiva los viñedos, parece que todavía sabe mejor.
Por la tarde decidimos acercarnos a los miradores de Cotarro I y II. Para llegar a ellos el último tramo del camino es una pista forestal, está señalizado pero hay que ir atento eso sí, para no saltarse ninguna señal. Una vez en uno de ellos se puede ir dando un paseo al otro. Los dos miradores, son impresionantes, si acaso más el Cotarro II, con unas vistas impresionantes sobre el monasterio de Santa Cristina de Ribas do Sil, que se encuentra en la otra orilla.
Una vez vistos los dos miradores, volvimos a casa, comprando por el camino unos buenos churrascos, para meternos una buena cena haciendo uso de la barbacoa.
Lunes (02/04/2012)
El último día que pasábamos por estas tierras. Así que coche y hoja de ruta...
Empezamos por Os Peares, que es el punto donde confluyen el Miño y el Sil. Dicen en Galicia que "el Sil lleva el agua y el Miño la fama", pues totalmente confirmado. El sitio en sí, no es especialmente bonito así que, después de dar un paseo seguimos hacia el siguiente destino.
Monasterio de San Estevo de Ribas de Sil. Se trata de un monasterio convertido en parador. Nos dimos una vuelta por fuera, vimos el claustro y seguimos camino dirección a Parada de Sil.
Por el camino, otros dos miradores, el Mirador de la Columna y el de Cabezoas. Los dos espectaculares, bien señalizados y con acceso prácticamente directo desde la carretera.
Llegamos a Parada de Sil, donde comimos de bocatas y nos fuimos a tomar un chupito al bar que vimos más cercano. "Casa Pepe" para más señas. Pues bien, a parte de unos chupitos de hierbas y de café caseros del copón de los cuales compramos 2 botellas, el señor Pepe, se preocupó de hacernos una ruta turística para lo que nos quedaba de día. Un tío grande.
Con el estómago lleno y con varios puntos más en la hoja de ruta nos fuimos a conocer el Monasterio de Santa Cristina. Enclavado en el castañar de Merilán. El monasterio se encuentra abandonado. Dejamos el coche en el aparcamiento y nos dimos una vueltecilla por dentro y por fuera. A esas alturas, nos dimos cuenta de que el día se empezaba a estropear, amenazando tormentaza por lo que decidimos comer sin esperar mas.
Lo siguiente que fuimos a conocer fueron Los Balcones de Madrid, que se trata de uno de los miradores más famosos. Mirador con vistas impresionantes, que con la tormenta de fondo (ya nos empezaban a caer algunas gotas) resultaban incluso más espectaculares.
Estuvimos un ratejo, hicimos las fotos de rigor y cuando empezamos a escuchar los primeros truenos nos metimos en el coche. Después de eso, agua, agua y más agua. Casi no se veía conduciendo, por lo que decidimos volver para nuestra casa, parando en Monforte de Lemos y así dar por concluida la jornada.
Ante la cercanía de la Semana Santa nos empezamos a plantear otro viaje. El Bierzo lo teníamos desde hace tiempo en mente, pero por una causa o por otra al final siempre nos decidíamos por otros destinos. Esta vez aprovechando que juntábamos 6 días decidimos no dejar pasar la oportunidad de ir a conocer esa zona.
Informándonos en internet, llegamos a la conclusión de que al disponer de tantos días podíamos hacer una ruta en la que abarcáramos más territorio, por lo que después de rastrear durante unos días también metimos en nuestros planes la zona de la Ribera Sacra.
De esta manera nuestro viaje, se dividía en 2 partes, la primera con base de operaciones en Ferreira de Pantón (Lugo) y la segunda con alojamiento en Villanueva de Valdueza (León).
Mapa
Ver Ribera Sacra y El Bierzo en un mapa más grande
Sábado (31/03/2012)
Trayecto hasta Ferreira de Pantón, donde teníamos nuestra primera casa rural. Quedamos a las 8:00, para estar en carretera lo antes posible, y así aprovechar, que ya que pasábamos cerca de Sanabria, comer por esa zona y darnos una vuelta por su lago.
Después de unos 350 km, llegamos a las 10:30 a Puebla de Sanabria. Una vez en la villa, aparcamos el coche y nos dimos un paseo por su casco histórico. La verdad es que nos gustó bastante.
Puebla de Sanabria |
Después de un rato decidimos ir a los alrededores del lago. Nos metimos en el coche y seguimos las indicaciones (está muy bien indicado) hasta llegar al centro de interpretación.
Allí, nos informaron de las rutas cortas que podíamos hacer y nos decidimos por hacer la de la Laguna de las Yeguas. Se trata de una ruta super sencilla, de menos de 2 horas, en plan paseo, de unos 12 km ida y vuelta. El punto de salida está a unos 5 km pasado el pueblo de San Martin de Castañeda, en el parking de la Laguna de los Peces. La carretera para llegar a esta primera laguna va ascendiendo y se tienen unas estupendas vistas de todo el Lago de Sanabria.
Laguna de los Peces |
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Laguna de las Yeguas |
Del pateo en sí, poco que contar. El paisaje típico de alta montaña y las lagunas tampoco son una maravilla (ni feas tampoco, que conste). Una vez hecho el pateo y con bastante hambre, decidimos parar en alguno de los miradores que habíamos dejado atrás, y darle a los bocatas. Ya con el estómago lleno, decidimos seguir ruta hasta nuestro destino.
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Lago de Sanabria |
Sobre las 18:00, llegamos a Ferreira de Pantón. Allí nos esperaba la dueña de la casa, donde con su coche nos guió hasta la casa rural y de paso nos comentó que en esas fechas se celebraba la feria del vino de Amandi, pueblo perteneciente al ayuntamiento de Sober. La casa estaba bastante perdida, eso sí, estaba genial. Calentita, baño por habitación, salón amplio con chimenea y barbacoa fuera.
Después de dejar los bártulos, nos acercarnos a la feria del vino a ver que se cocía y lo que se cocía era... ¡pulpo!. Pues sí, vinito de la tierra (perteneciente a la denominación de origen Ribera Sacra), queso de tetilla y pulpo son el nombre y apellidos de esta feria. Por internet, habíamos visto que había paseos en barco por el río y, como nos quedaba al lado, entre copa y copa quedamos en acercarnos al día siguiente.
Domingo (01/04/2012)
Empezábamos el día con un pelín de resaca y con el paseo en barco. Llamamos a la compañía de turismo que oferta estos paseos y nos confirmaron que por 15€ nos daban un paseo, con explicaciones incluidas, de 1h 30m de duración. Cogimos el coche y según llegamos al embarcadero de Os Chancis, ya nos empezamos a dar cuenta de la belleza de este lugar.
Ante nosotros se abría el cañón del Sil. Justo en ese punto hace una especie de meandro donde la foto era imprescindible.
Os Chancis |
Paredes bastante verticales y altas (nos comentaron que en esa zona están las gargantas más profundas de todo el norte español) y viñas "colgando" de ellas. Durante el paseo en barco, nos explicaron que algunos de estos viñedos estaban situados en desniveles de mas del 80% y que la única manera de acceder a ellos era con barcas. Te das cuenta del mérito que tiene, producir un vino en esas condiciones.
Viñedo |
Una vez terminado el paseo, nos volvimos a la feria del vino, para comer y tomar algún vinito, el cual, visto como se cultiva los viñedos, parece que todavía sabe mejor.
Por la tarde decidimos acercarnos a los miradores de Cotarro I y II. Para llegar a ellos el último tramo del camino es una pista forestal, está señalizado pero hay que ir atento eso sí, para no saltarse ninguna señal. Una vez en uno de ellos se puede ir dando un paseo al otro. Los dos miradores, son impresionantes, si acaso más el Cotarro II, con unas vistas impresionantes sobre el monasterio de Santa Cristina de Ribas do Sil, que se encuentra en la otra orilla.
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Mirador Cotarro I |
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Mirador Cotarro II |
Una vez vistos los dos miradores, volvimos a casa, comprando por el camino unos buenos churrascos, para meternos una buena cena haciendo uso de la barbacoa.
Lunes (02/04/2012)
El último día que pasábamos por estas tierras. Así que coche y hoja de ruta...
Empezamos por Os Peares, que es el punto donde confluyen el Miño y el Sil. Dicen en Galicia que "el Sil lleva el agua y el Miño la fama", pues totalmente confirmado. El sitio en sí, no es especialmente bonito así que, después de dar un paseo seguimos hacia el siguiente destino.
Os Peares |
Monasterio de San Estevo de Ribas de Sil. Se trata de un monasterio convertido en parador. Nos dimos una vuelta por fuera, vimos el claustro y seguimos camino dirección a Parada de Sil.
Monasterio de San Estevo |
Por el camino, otros dos miradores, el Mirador de la Columna y el de Cabezoas. Los dos espectaculares, bien señalizados y con acceso prácticamente directo desde la carretera.
Mirador de la Columna |
Llegamos a Parada de Sil, donde comimos de bocatas y nos fuimos a tomar un chupito al bar que vimos más cercano. "Casa Pepe" para más señas. Pues bien, a parte de unos chupitos de hierbas y de café caseros del copón de los cuales compramos 2 botellas, el señor Pepe, se preocupó de hacernos una ruta turística para lo que nos quedaba de día. Un tío grande.
Con el estómago lleno y con varios puntos más en la hoja de ruta nos fuimos a conocer el Monasterio de Santa Cristina. Enclavado en el castañar de Merilán. El monasterio se encuentra abandonado. Dejamos el coche en el aparcamiento y nos dimos una vueltecilla por dentro y por fuera. A esas alturas, nos dimos cuenta de que el día se empezaba a estropear, amenazando tormentaza por lo que decidimos comer sin esperar mas.
Monasterio de Santa Cristina |
Lo siguiente que fuimos a conocer fueron Los Balcones de Madrid, que se trata de uno de los miradores más famosos. Mirador con vistas impresionantes, que con la tormenta de fondo (ya nos empezaban a caer algunas gotas) resultaban incluso más espectaculares.
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Balcones de Madrid |
Estuvimos un ratejo, hicimos las fotos de rigor y cuando empezamos a escuchar los primeros truenos nos metimos en el coche. Después de eso, agua, agua y más agua. Casi no se veía conduciendo, por lo que decidimos volver para nuestra casa, parando en Monforte de Lemos y así dar por concluida la jornada.
Martes (03/04/2012)
Ese día abandonábamos tierras gallegas y pasábamos a las bercianas. Teníamos por delante 140 km de trayecto con parada en Carucedo, para conocer Las Médulas. Teníamos muchas ganas de conocerlas, así que una vez en Carucedo, pusimos rumbo al centro de visitantes y pedimos información sobre las rutas que se podían hacer.
De entre las distintas rutas que hay decidimos hacer un camino interior, la senda de las Valiñas de 4 km, pero subiendo al mirador de Orellán. Se trata de una ruta muy sencilla, prácticamente un paseo.
La subida al mirador sin embargo sí que se hace mas dura, pero una vez arriba las vistas merecen la pena. Tanto las de antes del mirador, como las que tienes en el mismo mirador. En este mirador, hicimos la típica foto de las Médulas, descansamos un poco y volvimos a bajar por el mismo camino para continuar con la senda. En total estuvimos desde las 13:20 hasta las 15:00.
Las Médulas en si nos gustaron, es impresionante el trabajo de los amigos romanos, pero tampoco nos parecieron tan espectaculares o mágicas como nos las habían descrito.
Una vez comido de bocata, vuelta al coche hasta nuestra nueva base de operaciones en Villanueva de Valdueza.
Villanueva, es un pueblo bastante pequeño así que no tuvimos ningún problema para encontrar la casa. El dueño, bastante majo, nos explicó lo que había por los alrededores y nos dejó una botella de vino como regalo de bienvenida, así que dejamos las maletas, abrimos el vino y empezamos con la barbacoa para terminar bien el día.
Miércoles (04/04/2012)
Era el día de darle una buena vuelta a la zona del Bierzo. Nuestro primer punto en el mapa era Peñalba de Santiago. Para llegar a él, desde Villanueva, hay unos 16 km ( 20 km desde Ponferrada), por una carretera un tanto estrecha pero, el recorrido merece la pena ya que discurre a lo largo del valle conocido como el Valle del Silencio. Después de pasar unos pocos pueblecitos y disfrutar del verde del valle, al final de la carretera y en la peña que le da nombre, se encuentra Peñalba de Santiago. Allí dejamos el coche en el aparcamiento, con mirador incluido, y nos dimos una pequeña vuelta.
El origen del pueblo se supone que está en el antiguo monasterio fundado por San Genadio. Sus casas, de piedra y pizarra, se supone que están hechas con las piedras de este monasterio. La verdad que el pueblo en sí, tiene un aspecto medieval que nos gustó bastante.
También recomiendan visitar la cueva de San Genadio, un pequeño paseo de menos de 2 km, pero de esto nos enteramos más tarde así que poco podemos decir.
De San Genadio dos apuntes: Cuentan que estando meditando, unos pájaros le molestaron con sus cantos. Los mandó callar y quedó todo en silencio. De ahí viene el origen del nombre del Valle del Silencio.
El otro apunte refiere a que se consideran suyas las piezas de ajedrez más antiguas de Europa. Ahí es nada con el santo.
Después de Peñalba, nos dirigimos a Ponferrada, con su castillo templario como referencia. Lo primero que hicimos fue dirigirnos a la oficina de turismo y allí nos informaron de que ese día la entrada al castillo era gratis y también nos comentaron lo de la cueva de Peñalba.
El castillo, como casi todos, bastante más bonito por fuera que por dentro, pero si te quieres enterar de algo de su historia es mejor entrar. Una vez concluida la visita al castillo, nos dimos una vuelta por Ponferrada y comimos el típico botillo.
Con el estómago lleno pusimos rumbo a Villafranca del Bierzo. Aquí nos dimos una vuelta por el centro y luego nos acercamos al castillo y a la iglesia de Santiago, que está uno al lado del otro. Del castillo poco que decir, ya que se trata de una propiedad privada a la que no se puede entrar. En la iglesia de Santiago, hay que destacar su Puerta del Perdón. Se abre sólo cada Año Santo y si algún peregrino por razones de salud no puede proseguir su viaje, pasando por esta puerta puede ganar el jubileo sin necesidad de llegar a Santiago de Compostela.
Bastante cansados ya, decidimos tomarnos unas limonadas típicas de Semana Santa y poner rumbo a nuestra casa, para descansar y disfrutar de una merecida barbacoa.
Jueves (05/04/2012)
El día de la vuelta. Nos levantamos, un frío bastante interesante y nieva. Como tenemos todo el día por delante, y no nos podíamos ir sin probar un famoso cocido maragato, aprovechamos para conocer Astorga y parar en uno de los muchos pueblos cercanos para darle caña al cocido.
En Astorga destacan el Palacio Episcopal, la Catedral y el Ayuntamiento. Nos dimos una vuelta rápida, ya que cada vez caía más nieve y nos fuimos en busca del ansiado cocido.
El cocido bestial, eso sí, estaban todos los restaurantes llenos y nos costó un poco encontrar un hueco. Lo conseguimos en Casa Felix, en Murias de Rechivaldo. Una vez manos a la obra, a reventar. Los 3 volcados (carne, verdura/legumbre y sopa) y para rematar natillas... rodando para el coche y kilometrada por delante para hacer la digestión.
Conclusiones
Nos gustó bastante más la parte de la Ribera Sacra que la del Bierzo. Los cañones del Sil espectaculares y, si encima te montan una feria del vino al lado de casa con sus pulpos y sus empanadas pues que más vamos a pedir. Una auténtica gozada.
El Bierzo también nos gustó, pero ni las Médulas ni las localidades que recorrimos en general nos llegaron a impresionar tanto como la parte gallega del viaje.
Ese día abandonábamos tierras gallegas y pasábamos a las bercianas. Teníamos por delante 140 km de trayecto con parada en Carucedo, para conocer Las Médulas. Teníamos muchas ganas de conocerlas, así que una vez en Carucedo, pusimos rumbo al centro de visitantes y pedimos información sobre las rutas que se podían hacer.
De entre las distintas rutas que hay decidimos hacer un camino interior, la senda de las Valiñas de 4 km, pero subiendo al mirador de Orellán. Se trata de una ruta muy sencilla, prácticamente un paseo.
Subida al mirador |
La subida al mirador sin embargo sí que se hace mas dura, pero una vez arriba las vistas merecen la pena. Tanto las de antes del mirador, como las que tienes en el mismo mirador. En este mirador, hicimos la típica foto de las Médulas, descansamos un poco y volvimos a bajar por el mismo camino para continuar con la senda. En total estuvimos desde las 13:20 hasta las 15:00.
Las Médulas |
Las Médulas en si nos gustaron, es impresionante el trabajo de los amigos romanos, pero tampoco nos parecieron tan espectaculares o mágicas como nos las habían descrito.
Una vez comido de bocata, vuelta al coche hasta nuestra nueva base de operaciones en Villanueva de Valdueza.
Villanueva, es un pueblo bastante pequeño así que no tuvimos ningún problema para encontrar la casa. El dueño, bastante majo, nos explicó lo que había por los alrededores y nos dejó una botella de vino como regalo de bienvenida, así que dejamos las maletas, abrimos el vino y empezamos con la barbacoa para terminar bien el día.
Miércoles (04/04/2012)
Era el día de darle una buena vuelta a la zona del Bierzo. Nuestro primer punto en el mapa era Peñalba de Santiago. Para llegar a él, desde Villanueva, hay unos 16 km ( 20 km desde Ponferrada), por una carretera un tanto estrecha pero, el recorrido merece la pena ya que discurre a lo largo del valle conocido como el Valle del Silencio. Después de pasar unos pocos pueblecitos y disfrutar del verde del valle, al final de la carretera y en la peña que le da nombre, se encuentra Peñalba de Santiago. Allí dejamos el coche en el aparcamiento, con mirador incluido, y nos dimos una pequeña vuelta.
Peñalba de Santiago |
El origen del pueblo se supone que está en el antiguo monasterio fundado por San Genadio. Sus casas, de piedra y pizarra, se supone que están hechas con las piedras de este monasterio. La verdad que el pueblo en sí, tiene un aspecto medieval que nos gustó bastante.
Peñalba de Santiago |
También recomiendan visitar la cueva de San Genadio, un pequeño paseo de menos de 2 km, pero de esto nos enteramos más tarde así que poco podemos decir.
De San Genadio dos apuntes: Cuentan que estando meditando, unos pájaros le molestaron con sus cantos. Los mandó callar y quedó todo en silencio. De ahí viene el origen del nombre del Valle del Silencio.
El otro apunte refiere a que se consideran suyas las piezas de ajedrez más antiguas de Europa. Ahí es nada con el santo.
Después de Peñalba, nos dirigimos a Ponferrada, con su castillo templario como referencia. Lo primero que hicimos fue dirigirnos a la oficina de turismo y allí nos informaron de que ese día la entrada al castillo era gratis y también nos comentaron lo de la cueva de Peñalba.
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Castillo de Ponferrada |
El castillo, como casi todos, bastante más bonito por fuera que por dentro, pero si te quieres enterar de algo de su historia es mejor entrar. Una vez concluida la visita al castillo, nos dimos una vuelta por Ponferrada y comimos el típico botillo.
Botillo |
Con el estómago lleno pusimos rumbo a Villafranca del Bierzo. Aquí nos dimos una vuelta por el centro y luego nos acercamos al castillo y a la iglesia de Santiago, que está uno al lado del otro. Del castillo poco que decir, ya que se trata de una propiedad privada a la que no se puede entrar. En la iglesia de Santiago, hay que destacar su Puerta del Perdón. Se abre sólo cada Año Santo y si algún peregrino por razones de salud no puede proseguir su viaje, pasando por esta puerta puede ganar el jubileo sin necesidad de llegar a Santiago de Compostela.
Iglesia de Santiago |
Bastante cansados ya, decidimos tomarnos unas limonadas típicas de Semana Santa y poner rumbo a nuestra casa, para descansar y disfrutar de una merecida barbacoa.
Jueves (05/04/2012)
El día de la vuelta. Nos levantamos, un frío bastante interesante y nieva. Como tenemos todo el día por delante, y no nos podíamos ir sin probar un famoso cocido maragato, aprovechamos para conocer Astorga y parar en uno de los muchos pueblos cercanos para darle caña al cocido.
En Astorga destacan el Palacio Episcopal, la Catedral y el Ayuntamiento. Nos dimos una vuelta rápida, ya que cada vez caía más nieve y nos fuimos en busca del ansiado cocido.
Palacio Episcopal |
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Catedral |
El cocido bestial, eso sí, estaban todos los restaurantes llenos y nos costó un poco encontrar un hueco. Lo conseguimos en Casa Felix, en Murias de Rechivaldo. Una vez manos a la obra, a reventar. Los 3 volcados (carne, verdura/legumbre y sopa) y para rematar natillas... rodando para el coche y kilometrada por delante para hacer la digestión.
Cocido (primer volcado) |
Cocido II (segundo volcado) |
Conclusiones
Nos gustó bastante más la parte de la Ribera Sacra que la del Bierzo. Los cañones del Sil espectaculares y, si encima te montan una feria del vino al lado de casa con sus pulpos y sus empanadas pues que más vamos a pedir. Una auténtica gozada.
El Bierzo también nos gustó, pero ni las Médulas ni las localidades que recorrimos en general nos llegaron a impresionar tanto como la parte gallega del viaje.
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